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martes, 18 de abril de 2017

¿Se puede acabar con el sufrimiento? Querer es poder!

Sentimientos de irritabilidad, frustración, decepciones, preocupación excesiva por cualquier acontecimiento, sensación de que no llegas a todo lo que tienes que hacer, parece que las cosas no salen como las tenías planeadas, mal humor, agotamiento, tensiones físicas en tus cervicales, dolores de estómago, de cabeza...¿te sientes identificad@ con estos síntomas? Si es así, es hora de que empieces a introducir cambios en tu día a día, eres una persona con tendencia a sufrir y con excesiva necesidad de control.


Hola bloggers, hoy os hablo de un patrón de comportamiento desadaptativo muy presente en la actualidad, el sufrimiento debido a la necesidad de control. Es probable que te sientas identificad@ o conozcas a alguien cercano que identifiques con esta manera de vivir su día a día, puede resultar agotador convivir con personas que se comportan así,contagian la negatividad, puedes llegar a sentirte agobiad@ y controlad@ pero es importante poder empatizar con estas personas, ya que debajo de este comportamiento hay mucho sufrimiento y en el fondo no hay otra cosa que una intención positiva, necesitan tener un control de todo lo que les rodea, para sentirse segur@s, saber que no existe peligro y que todo está en orden.


¿Cómo es el patrón de las personas sufridoras?


El principal síntoma es la preocupación excesiva por cualquier cosa, pueden llegarse a imaginar o plantearse circunstancias negativas que la mayoría de veces no llegan a suceder, pero sienten una ansiedad intensa y necesitan pensar en ello para protegerse por si eso realmente sucede estar preparad@s. Anticiparse a consecuencias negativas tiene la finalidad de preparar a la persona para que no le pille desprevenida, pero se genera un sufrimiento la mayoría de veces innecesario, ya que los acontecimientos no llegan a suceder o si suceden no son con la misma intensidad que se habían planteado. Por ejemplo un día tu jefe te dice: " mañana reserva un hueco en tu agenda para hablar" y tú te pones en la peor situación "qué habré hecho mal, seguro que me va a echar, ¿qué voy a hacer ahora?", tu alarma ya se dispara y empiezas a tener pensamientos constantemente sobre este acontecimiento e intentas buscar soluciones, por la noche ni siquiera puedes conciliar el sueño y cuando llega el momento de la charla resulta que el tema que teníais que hablar es de lo más cotidiano. ¿de qué te ha servido invertir toda esa energía en pensar en ello y buscar soluciones a algo que no existe?
Otra característica es la dificultad para tomar decisiones, quizás no se sienten satisfech@s con su vida pero sienten mucho miedo cuando se plantean cambios, lo desconocido no es controlable y quizás prefieren quedarse en su zona de confort por no enfrentarse a ello. Son personas que se rigen por un: "más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer" y se pierden un sinfín de oportunidades que les pueden llevar al bienestar pero la necesidad de control es más importante, les proporciona seguridad, como no se atreven a dar el paso recurren a la queja,  se quedan constantemente sobre su vida, la pareja, el trabajo, etcétera, intentan que l@s demás satisfagan esas necesidades que por sí mism@s no son capaces de gestionar.
Otro rasgo característico es la decepción que sienten constantemente, generan unas expectativas altas hacia las otras personas o hacia los acontecimientos, sobre cómo van a actuar o sobre cómo van a ir las cosas y si no cumplen esas expectativas, rápidamente se sienten defraudadas, o no son capaces de disfrutar si ha habido un cambio de planes inesperado y las cosas no salen como se había imaginado. Un ejemplo puede ser esa persona que organiza al milímetro un viaje, programa las horas, las visitas,organiza el tiempo de los demás para que todo cuadre, se imagina el viaje perfecto y cuando algo se sale de esta organización es capaz de dejar de disfrutar de su estancia. 


¿Cómo se puede gestionar este sufrimiento?

La razón fundamental de este sufrimiento es la necesidad de control, querer controlar el futuro, a los familiares más próximos, realizar cada cosa al detalle, sin errores. Esto es prácticamente imposible, hay cosas que se escapan de nuestro control, las circunstancias externas, la vida de l@s demás, el futuro...El primer paso es aceptar que sólo tenemos control de nuestra propia vida y sólo justo en este preciso instante, invertir nuestra energía en querer que l@s demás cambien, actúen de cierta manera u otra, o solucionar problemas que no existen nos hace sufrir y mucho. Es necesario convivir con la incertidumbre, a veces existe un cierto riesgo si tomamos decisiones, pero quizás son decisiones que nos llevan a grandes cambios. Lo único que conocemos es el presente y si algo no te gusta hoy, cámbialo, ya veremos que pasa mañana, estar constantemente anclado al futuro y a la preocupación, nos hace desperdiciar el maravillo presente y si no lo quieres cambiar, la queja no te llevará más que a intoxicar tus relaciones.

Por lo tanto, empieza a vivir hoy, si hay una preocupación pregúntate ¿Qué puedo hacer hoy respecto a eso? ¿Es algo que tiene solución? ¿Puedo cambiar las cosas si pienso en ello? Si es así, ocúpate de ello, sino la preocupación es innecesaria.
Relativiza si una persona no actúa como a ti te gustaría, intenta empatizar y comprender por qué ha actuado de esa manera, ¿realmente es tan grave como para enfadarte tanto?
Amóldate a los cambios, sí, te hubiese gustado que las cosas fueran de otra manera pero ¿hay algo que puedas hacer? ¿se pueden cambiar las circunstancias? Si no es así, sólo te queda cambiar tu actitud e intentar disfrutar y eso que te vas a llevar!
Agrega a tu rutina diaria actividades placenteras para ti, disfruta tu presente y eso de ¡no tengo tiempo! es sólo una excusa. Prioriza lo importante y dedícate al control de tu propia vida, eso si que produce cambios, el resto es un desgaste de energía!

Si necesitas ayuda y quieres recuperar el control de tu vida, ponte en contacto conmigo:


Ánimo con este nuevo reto! Hasta la próxima!



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